Descripción
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Descripción:
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Objeto industrial vertical, realizado en hierro y pintado en color blanco. Dispone de varios apoyos en la parte inferior, que ayuda a su disposición en lugar concreto, y traslado (ruedas pequeñas en laterales). Así mismo, incorpora medidores de temperatura y presión. Está formado por dos partes: el recipiente de mayor tamaño; y la tapa con bisagra que permite apertura y cierre de la máquina. En la tapa encontramos una salida de vapor del interior.
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| Uso o finalidad: | Industrial.La función del autoclave es trabajar a alta presión para realizar una reacción industrial, una cocción o una esterilización con vapor de agua. Su construcción debe ser tal que resista la presión y temperatura desarrollada en su interior. En el caso de las conservas, los autoclaves y los esterilizadores a presión se utilizan tanto para procesos de esterilización como para procesos de pasteurización, siempre y cuando la presión interior que se genera en el envase, supere la presión atmosférica como resultado de la expansión térmica de los alimentos o de los gases contenidos. El aumento de presión en el autoclave debido al ingreso de vapor y/o aire de sobrepresión compensa la presión interna que se genera en el interior del envase, de modo que se evite un daño al sellado o una deformación del envase. En el caso de las conservas, dentro de la máquina autoclave debe superarse los 100 ºC para el tratamiento esterilizador de las mismas. |
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| Historia del objeto: | La máquina autoclave como la conocemos, tiene su origen en el siglo XIX, tras el avance técnico, ideado por el inventor de las conservas herméticas, Nicolás Appert. La relación entre los microorganismos y la infección, se establece hacia 1878. Siendo las investigaciones de Pasteur, y sus predecesores en la experimentación científica, las que marcaron el camino, y permitieron establecer las prácticas de asepsia y antisepsia. Será el Sr. Chevalier-Appert, familiar de Nicolás Appert, quien patente en 1852, la máquina autoclave con manómetro (con control de presión). El primer autoclave fue fabricado en 1879. Era un aparato portátil, con 6 litros de capacidad, que trabajaba generando calor por combustión de alcohol.
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