Marca comercial "La Lupa"

Detalles Bibliográficos
Identificador:MA_CE_00093
Denominación principal:Marca comercial "La Lupa"
Clasificación genérica:Industria conservera. Promoción y publicidad. Diseño y Artes gráficas.
Técnica:impresion
Material:papel;tinta
Dimensiones:
  • ancho: 4,2 cm;
  • alto: 14,7 cm;
  • profundidad: 11 cm;
Fecha de creación:1927
Origen o lugar:Vigo
Autor principal: Attilio Gaggero
Descripción
Descripción: La pieza se compone de un tarjetón, al que está adherida en el anverso, la imagen de la marca "La Lupa". En el reverso, aparecen recogidas las diferentes fechas de presentación, de marca de producto, así como la concesión y publicación de la misma.
Uso o finalidad:La función de los registros de marcas no era otro que asegurarse la independencia de la producción bajo un nombre concreto, evitando la competencia con otras empresas
Historia del objeto:EN 1919, solicita el registro de la marca Rombo y Compañía, de Cangas do Morrazo, originaria de Génova. Por el registro de la marca, sabemos que en 1927, se expide por primera vez, "La Lupa", como una marca asociada a Attilio Gaggero. En ese mismo año, Attilio Gaggero Moresco, forma parte, con el cargo de Presidente (el primero de la Sociedad Deportiva de Bueu), fundada en 1927. En el año 1938, se tiene constancia documental, siguiendo el BOE de 4 de septiembre de 1938, del Ministerio de Industria y Comercio, en el cual, el Servicio Nacional de Comercio y Política Arancelaria de España, registra en el número 158, a Attilio Gaggero Moresco, en la fábrica de conservas de pescado, en el lugar de Pescadoira (Bueu, Pontevedra). La historia de los conserveros italianos, asentados en el litoral de Bueu, comienza a primeros de siglo. Estos italianos, que en un primer momento, se acercaron como comisionados por diversas compañías italianas, seguían la costera del bocarte, regresaban después a sus respectivos puertos, fundamentalmente en Génova y Sicilia. Uno de los primeros italianos, que se asientan en Bueu, en abril de 1905, fue Emilio Gaggero Rossi, que venía acompañado de su mujer, Catalina Moresco, y sus hijos, Attilio y Amalia. Encargado por una empresa genovesa, para envasar y exportar anchoa a su país, alquilando para esta labor, un local que no estaba en la playa, el lugar habitual, sino en la Calle Príncipe, donde hoy es la calle Eduardo Vicenti, y posteriormente el Cine Victoria. Desde aquí, pasó a alquilar otro local en la actual Montero Ríos, otro en Loureiro, en la de Francisco Ferrer Casellas, y por último, adquiriendo una casa, cerca de la playa de Pescadoira, en la que, después de usarla como salazón, la convertiría en una fábrica de conserva. Pero sería su hijo, Attilio Gaggero, nacido en Génova el 18 de mayo de 1900, el que seguiría la labor empresarial. Aun muy joven, con apenas 17 años y en plena Guerra Mundial, lo vemos asociado a otro paisano, Angel Nabone, haciendo compañía en la Angel Nabone & Cía. Attilio, desde septiembre de 1939, hasta el 30 de diciembre de 1953, tuvo alquilada la “Sociedad Limitada Isla de Ons”, a la salazón que Manuel Riobó Guimeráns tenían en la punta de Pescadoira (conocida como “Obra”). Finalmente, continuó y amplió la fábrica de conservas, hasta que ésta cerró en los años 70 del siglo XX. Su conserva estaba muy solicitada por su calidad, y no era de extrañar que su slogan fuera “Una marca que no defrauda”. La elaboración de sus salas, era artesana y siempre bajo supervisión de Attilio que, tras probarlas, daba o no su consentimiento para el enlatado. Su mercado, aunque era muy diverso, seguía teniendo un alto volumen de ventas para Italia, lo que hacía que muchas de sus especialidades, estuvieran enfocadas para ese país. Nunca olvidó su origen y mantuvo marcas que lo recordaban, como La Lupa, haciendo patria del país de acogida, con otras marcas como B, haciendo referencia a Bueu, así como en los productos que ofertaba: mejillones, lamprea del Miño, angulas, Callos a la gallega y madrileña, lacón o berberechos.